Con el paso de los años, el cuerpo cambia y el sistema inmunológico se vuelve más vulnerable a ciertas enfermedades. Por eso, mantenerse al día con las vacunas del adulto mayor no es un detalle menor: es una manera concreta de proteger tu salud y conservar tu independencia.
En Chile, existen vacunas obligatorias incluidas en el Programa Nacional de Inmunización (PNI) y otras vacunas complementarias que, aunque no son exigidas por ley, están altamente recomendadas por el Ministerio de Salud y especialistas. Estas inmunizaciones, como las de la influenza, el neumococo, el COVID-19 o el virus respiratorio sincicial (VRS), ayudan a prevenir cuadros graves que pueden requerir hospitalización o generar complicaciones en personas mayores de 60 años.
Esta guía práctica te ayudará a conocer qué vacunas te corresponden, dónde aplicarlas y por qué es importante mantener tu esquema al día, según las recomendaciones oficiales vigentes en Chile.
¿Qué vacunas son obligatorias para adultos en Chile?
En Chile, las vacunas obligatorias en adultos forman parte del Programa Nacional de Inmunización (PNI), el cual garantiza su aplicación gratuita en la red pública y en vacunatorios privados en convenio. Estas vacunas buscan proteger especialmente a las personas mayores y a quienes viven con enfermedades crónicas, ya que el riesgo de complicaciones aumenta con la edad.
Las principales vacunas del PNI para adultos son:
- Influenza: se aplica todos los años, de forma gratuita para personas de 65 años o más. Previene la gripe y reduce hospitalizaciones por complicaciones respiratorias.
- Neumococo: protege contra la neumonía, meningitis y sepsis. Está indicada para mayores de 65 años y se aplica en una o dos dosis según indicación médica.
- COVID-19: la vacunación y los refuerzos siguen siendo parte del calendario nacional; se recomienda actualizar las dosis según las campañas del Ministerio de Salud (MINSAL).
- Tétanos y difteria: todo adulto debería recibir un refuerzo cada 10 años, especialmente quienes trabajan o realizan actividades con riesgo de heridas o cortes.
Estas vacunas son obligatorias o de acceso universal porque protegen no solo a quien las recibe, sino también a su entorno. Si no recuerdas cuándo te vacunaste por última vez, puedes consultar tu registro en el centro de salud más cercano o llamar a Salud Responde (600 360 7777) para verificar tu situación.
Vacunas complementarias recomendadas para adultos mayores en Chile
Además de las inmunizaciones incluidas en el Programa Nacional de Inmunización (PNI), existen vacunas complementarias que los especialistas recomiendan para fortalecer la protección en la adultez. Estas en su mayoría no son gratuitas, pero su aplicación puede prevenir enfermedades dolorosas o potencialmente graves en personas mayores de 50 o 60 años.
Las principales vacunas complementarias para adultos mayores son:
- Herpes zóster: recomendada a partir de los 50 años. Previene una infección viral que causa dolorosas erupciones y puede generar neuralgias prolongadas. Se aplica en dos dosis y requiere orden médica.
- Virus Respiratorio Sincicial (VRS): indicada para personas de 75 años o más, o desde los 60 años si presentan enfermedades cardíacas o pulmonares crónicas. Protege contra infecciones respiratorias graves que pueden requerir hospitalización.
- Hepatitis B: recomendada para adultos mayores con enfermedades hepáticas, diabetes o factores de riesgo asociados.
Aunque no todas están dentro del calendario obligatorio, estas vacunas complementan la protección del adulto mayor y reducen el riesgo de complicaciones graves. Consultar con un médico de cabecera o en un vacunatorio autorizado es la mejor forma de decidir cuáles necesitas según tu historia clínica y edad.
¿Por qué es importante vacunarse en la adultez?
Vacunarse en la adultez es una de las medidas más efectivas para prevenir enfermedades graves y conservar una buena calidad de vida. Con los años, el sistema inmunológico se debilita y responde con menor fuerza ante virus y bacterias, lo que aumenta el riesgo de infecciones como la gripe o la neumonía.
Las vacunas ayudan a reforzar las defensas naturales del cuerpo y a evitar complicaciones que pueden derivar en hospitalizaciones, pérdida de autonomía o secuelas prolongadas. Además, al vacunarte, proteges también a tu entorno, especialmente si convives con personas con enfermedades crónicas o nietos pequeños con sistemas inmunes más frágiles.
En pocas palabras: vacunarse es una forma activa de cuidarte y de cuidar a quienes te rodean. Si ya pasaste los 60 años, mantener tu calendario al día no es solo una recomendación médica, sino una inversión directa en tu bienestar.
Vacunarte a tiempo: una inversión en tu salud y tu tranquilidad
Mantener tus vacunas al día es una decisión que impacta directamente en tu bienestar. La prevención sigue siendo la herramienta más poderosa para mantener una buena calidad de vida, especialmente en la adultez.
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