Agua para la salud: beneficios de la hidratación

Mantenerte hidratado constantemente es crucial para un cuerpo y una mente sana. Más de la mitad del organismo está compuesto por agua, de manera que tomar la cantidad necesaria a diario es clave si quieres tener un buen rendimiento físico y mental.

Desde Bupa Seguros, te presentamos las principales ventajas de hidratarte correctamente y cuál es el papel que juega esta en tu bienestar.

La importancia de beber agua

La hidratación no es más que la concentración de líquido en el cuerpo, en cantidades suficientes, que le permite realizar funciones básicas, como la respiración y la digestión.

El principal componente del cuerpo humano es el agua, representando entre el 50 y el 70 % del peso corporal total, siendo vital que repongas las cantidades que pierdes diariamente a través de la respiración, la orina, el movimiento, el clima, etcétera, para que tu organismo funcione como debe. No por nada son pocos los días que se puede sobrevivir sin ingerir agua.

¿Qué beneficios tiene hidratar el cuerpo?

Digestión y absorción de nutrientes

Tomar agua con suficiente frecuencia acelera el metabolismo. La combinación de agua con alimentos ricos en fibra ayuda al proceso de digestión, rompiendo las partículas de residuos antes de que pasen por el tracto digestivo. Esto facilita el paso de nutrientes esenciales a la sangre y luego los distribuye a las células.

La deshidratación vuelve más lento y dificulta tu tránsito intestinal, provocando que sufras de estreñimiento.

Eliminación de toxinas

El agua es esencial para los procesos diarios de desintoxicación del cuerpo. Esta ayuda a eliminar toxinas y desechos a través de la orina, el sudor y las heces, favoreciendo la función renal y manteniendo el sistema excretor sano.

De esta manera, cuando te hidratas adecuadamente, no solo ayudas a que tus riñones cuenten con el volumen de agua suficiente para filtrar las toxinas de tu organismo, sino que facilitas la eliminación de desechos y regularizas tu sistema digestivo.

Piel saludable

La hidratación es vital para tener una piel sana, ya que está directamente vinculada con la recomposición de los tejidos dañados que le brindan mayor brillo, elasticidad, firmeza y suavidad al tacto.

Las temidas arrugas y líneas de expresión aparecen cuando el colágeno, la elastina y el ácido hialurónico no están en los niveles adecuados. Especialmente este último, encargado de retener el agua en los tejidos para que la piel luzca tersa, fresca, humectada y luminosa.

Dependiendo de tus reservas de agua y cuánto ingieras al día (dos litros, preferiblemente), tu piel se verá rejuvenecida y desintoxicada. Asimismo, fortalecerá tu barrera cutánea frente a la contaminación, el maquillaje y otros factores externos, que puedan causarle irritación o poros obstruidos, responsables del acné, rojeces y escozor.

Ten en cuenta que entre el 10-20 % de la epidermis es agua. Por este motivo, si quieres tener una piel bien hidratada y saludable necesitas un aporte hídrico importante, que retrase los signos del envejecimiento prematuro (lubricando las capas de la dermis) y evite problemas como sequedad y descamación.

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Mejora el rendimiento físico

Si haces actividad física regularmente, los efectos de estar deshidratado no solo bajarán tus niveles de rendimiento y desempeño durante el ejercicio, sino que dificultarán el que logres alcanzar los objetivos que te propusiste.

¿Por qué? Pues, básicamente, la deshidratación aumenta tu temperatura corporal cuando te ejercitas, lo que conlleva a un incremento en el uso de glucosa por parte de los músculos. Esto hace que se capten menos ácidos grasos libres y haya una mayor liberación de adrenalina en tu organismo, estimulando así la producción de glucosa y, finalmente, provocando que este se fatigue.

Por esta razón, es tan importante que, además de la sed, prestes atención a los otros indicadores de deshidratación siempre que realices actividad física: cansancio, debilidad, taquicardia, calambres musculares, somnolencia, vómitos o escasa orina y de color un tanto oscura.

El hidratarte antes, durante y después del ejercicio te ayudará a mantener buenos niveles de energía, desempeño y resistencia a lo largo de toda tu rutina.

Apoyo al sistema inmunológico

Al mantenerte hidratado adecuadamente fortaleces tu sistema inmune, ayudando a que tu organismo esté protegido contra enfermedades y combata infecciones más eficazmente. Ten presente que tu sistema inmunológico transporta nutrientes, células inmunitarias y anticuerpos por todo tu cuerpo, esenciales para su buen funcionamiento.

En este sentido, si estás deshidratado constantemente, se debilita tu sistema inmunitario, volviéndote propenso a desarrollar diferentes enfermedades.

Mejora las funciones cognitivas

Tal y como te sientes al lavarte la cara por la mañana, cuando tomas suficiente agua despiertas tu cerebro y potencias sus funciones. Por el contrario, la pérdida de líquido en tu cuerpo puede afectar la función cognitiva de tu cerebro provocando que el tejido cerebral se contraiga y falle tu concentración, atención y memoria a corto plazo.

Recuerda que las necesidades de hidratación varían de persona a persona, de acuerdo a su edad, nivel de actividad física, el clima y otros factores individuales.

Si bien te recomendamos que tu principal fuente de hidratación sea el agua, también es fundamental que incorpores alimentos/bebidas hidratantes como infusiones de hierbas o frutas y verduras con un alto contenido de agua (sandía, pera, fresa, lechuga, cítricos, pepino, tomates, entre otros).

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